domingo, 13 de abril de 2014

XII CONELL Puebla 2014

A los que decidimos faltar a la clase de Análisis Literario por asistir al XII CONELL Puebla 2014 se nos pidió que escribiéramos una reseña sobre el evento al que asistimos en lugar de la clase. En mi caso, ni asistir a clase, ni asistir al evento en turno fue posible. Fui la organizadora general del congreso y eso implica tareas muy diversas y simultáneas que se resumen en: tener todo listo y realizar el XII CONELL. Parece poco cuando se ve una lista de cerca de cincuenta personas que colaboraron en el comité organizador, sin embargo, el trabajo es mucho mayor de lo que parece. La tercera opción: si eres de los organizadores, escribe sobre tu experiencia. Pues ahí va.
            Faltar a clase más allá de una decisión, se trataba de una obligación y de un compromiso mucho mayor. Como organizadora general de un evento de tal magnitud puedo decir que coordinar el XII CONELL ha sido una de las más grandes experiencias de mi vida. Si bien no puedo considerar éste un trabajo formal, ya que no tiene remuneración económica de ningún tipo, el esfuerzo, tiempo, compromiso y entrega invertida en este proyecto durante meses así lo parece. Además, aunado a los múltiples obstáculos que encontramos dignos de cualquier trabajo, podría decir que he probado un poco del despiadado mundo laboral real teniendo aún un pie en la cuna. Ojalá pueda sacarlo pronto.
            Como estudiantes que somos no podemos dejar de lado ni mucho menos resistirnos al avance tecnológico ni a la innovación. Si algo caracteriza a la juventud es la capacidad de hacer a un lado los riesgos y lanzarse a lo desconocido, porque ni el miedo ni la prudencia son una razón de peso para los que estamos chavos. Sin embargo, en las ideas más primarias, más atrevidas y menos pensadas es donde se gestan los cambios. La pregunta no debe ir hacia la factibilidad del cambio, porque la historia nos ha comprobado que lo no del todo factible no implica lo potencialmente realizable, sino que debe ir hacia la trascendencia del mismo. Estas breves palabras son por las que y para las que el XII CONELL Puebla surgió en este 2014.
En Puebla se reunieron dos necesidades básicas para nosotros, la respuesta a dicha pregunta y el deseo por compartirla, pero a la vez, en nuestra ciudad, se abrió el medio para satisfacerlas. A Puebla regresó por fin el Congreso Nacional de Estudiantes de Lingüística y Literatura, después de doce años. Aquí nació la idea de permitir la convivencia, el intercambio de ideas y promover el florecimiento intelectual de los alumnos de nuestras carreras, para su enriquecimiento humano y desarrollo académico y creativo. Aquí vimos que la idea se transformó en acciones, vínculos y medios; y, después de más de una década, se atisba ya su camino a la trascendencia. No obstante, este año al reformularse los eventos de la RedNELL quisimos marcar una nueva era para los años venideros. Nos arriesgamos a innovar en distintas áreas como la convocatoria, los medios de difusión, la organización del evento y la logística del mismo. En días pasados vimos el resultado de nuestro experimento.
 Por el gran trabajo que han realizado tanto autoridades, como los integrantes del comité organizador, los delegados de cada estado y los participantes y asistentes, estábamos seguros de que el XII CONELL sería el gran evento que imaginamos Carlos y yo hace dos años cuando nos hicimos cargo de la delegación de Puebla. Así lo fue. No dejamos de escuchar más que buenos comentarios, felicitaciones por todas partes y un gran y rotundo “GRACIAS Rednell Puebla”. Pero, como siempre, hay cosas buenas y malas. También hemos recibido comentarios muy duros y reclamos muy alejados de la crítica constructiva. Más bien, ecos de voces que deseaban ser parte del evento y por su orgullo no se acercaron a la puerta abierta que siempre tuvimos. Así como ellos, muchos pidieron agregarse al equipo y fueron bien recibidos, a nadie dimos un no por respuesta si se comprometían a trabajar sin importar las diferencias personales. En cambio, es muy sencillo levantar falsos y difamar sin sustento, pues si estuvieran dentro sabrían cómo funcionan las cosas, lo difícil que es realizarlas y lo fácil que es hablar desde la superficie.
            En cuanto al proceso puedo decir que ha habido de todo. En el equipo desde personas que trabajan autónomamente y que libremente cumplen con sus tareas sin necesidad de supervisión, hasta gente que dejó su compromiso y luego pidió su recompensa; con las autoridades desde grandes puestos administrativos que confiaron en nuestro trabajo, hasta la más grande incompetencia y el mayor maltrato por realizar un trabajo por el cual reciben un sueldo considerable; con los asistentes y ponentes desde chicos sorprendentes con propuestas y trabajos interesantísimos, hasta niños que no pueden leer la información que se les proveyó y exigen casi una guardería para su total comodidad cuando de un congreso de universitarios se trata; con compañeros del colegio desde los que apoyan y reconocen el trabajo hasta los que confunden las cosas, hablan mal de la organización pero, eso sí, quieren entrar a la fiesta de clausura habiendo cupo limitado según las normas del lugar en donde se realizó y encima que se les dé cortesías. En fin, hemos lidiado con todo tipo de personas, con un sinnúmero de trámites y una lista de problemas inesperados. Sin embargo, la experiencia fue tan rica que uno no se arrepiente por el trabajo no reconocido y el reconocido, por el estrés y los buenos momentos que todo esto implica, por el increíble cansancio que supone y lo agradable que es ver su resultado en sonrisas regadas por todo el país, por tantas cosas que sólo los organizadores generales sabemos por haber compartido la experiencia desde el inicio hasta el final y tener la única visión global de las cosas. El que quiera la escuchará y la valorará por lo que fue, el que no que juzgue parcialmente a partir de su experiencia sea buena o mala. Al final siempre se habla del que hace y del que no hace no se dice nada, ni bueno ni malo porque no lo vale.
 “Tener tu vida de regreso después de posponer todo lo posponible para fechas posteriores al 11 de abril y pensar que tal vez tu vida durante el CONELL es la que ahora quieres tener de vuelta” así resumo mi experiencia como organizadora general del XII CONELL “Palabras en el tiempo: nuevos espacios, nuevas formas” Puebla 2014.

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